La aclimatación es una fase esencial del proceso de cultivo in vitro, en la que las plantas micropropagadas son adaptadas progresivamente desde las condiciones controladas del laboratorio hacia un ambiente natural o de invernadero.
Durante esta transición, las plantas desarrollan estructuras y mecanismos fisiológicos que les permiten sobrevivir fuera del medio estéril, fortaleciendo sus raíces, hojas y cutícula.